Cerco Con Estacas Basico Natural

En el vasto teatro de la vida, me encontré con un intrigante accesorio: unas rejas de madera para jardín, que encarnan la dualidad de la estética y la funcionalidad. Cual máscaras venecianas, estas rejas ejercen un magnetismo estético que atrae la mirada con su belleza singular. Como mariposas cautivadoras, ellas danzan en el viento, insuflando un aliento de encanto en el entorno natural. Sin embargo, este idilio no es sin sus matices. Oh, la construcción, cual trama caprichosa, se torna en un dilema que demanda cautela. Las rejas, como actores vacilantes en su actuación, no ostentan la firmeza que podría inspirar confianza. Con mano firme y corazón cauto, debe uno aventurarse en su instalación, atisbando como un director temeroso cada movimiento. Ah, las tablas, las tablas desobedientes que se atreven a escapar de su encierro. Como personajes rebeldes en una trama, amenazan con trastocar el escenario ordenado. Es menester empuñar el martillo del reforzamiento, para reconciliar la visión artística con la frágil realidad. Así, en esta comedia de contrastes, las rejas de madera para jardín se alzan como protagonistas ambiguos. Como admirador cautivo, me sumerjo en su estética, pero también alzo una ceja de escrutinio ante su construcción caprichosa. En su abrazo estético y su enigmática inestabilidad, hallamos un reflejo de la complejidad misma de la existencia humana.

Tal como dice básico, pero si es solo para cubrir o separar está bien, para resistir a un perro o algo así, no serviría mucho.

Le falto mas cepillado en algunas.