Memorias Dispersas, Juicios Erráticos

Descripción

TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Memorias dispersas, juicios erráticos de Fernando Villegas es exactamente lo que su título indica. No hay en él una ambición biográfica ni tampoco la de sentar tesis acerca de nada. Aunque aparecen recuentos a veces nostálgicos y hasta humorísticos de su vida, el autor no se propone hacer su biografía, la cual, señala, "no le interesa ni a él". Esas remembranzas sólo son pretextos para abrir la entrada a temas, personas, situaciones o ideas acerca de las cuales Villegas profiere juicios al paso, al acaso, al capricho de su mente, aunque con más extensión y desarrollo analítico que en sus conocidas columnas de La Tercera y Qué Pasa. Lo que a Villegas verdaderamente le gusta hacer es escribir sobre lo que piensa en general, a su decir: "no rumiar en particular el néctar de marchitas flores del pasado para luego evacuar lo que sería la magra, agria, desnatada y aburrida miel de mi existencia". Así, este personaje tan mediático, termina revelándose, al final del día, como un solitario sujeto aficionado a la elaboración verbal de cualquier cosa que no sea él mismo. Es lo que hace diariamente desde la reclusión monástica de su estudio dotado sólo de libros y del vociferante equipo de HI-Fl con el que oye su colección de música clásica y de jazz. Su desdén por la vida propia la falta de legitimidad y de la y las ajenas, su abrumador sentido existencia en general o al detalle, de la insustancialidad de las pasiones y de la brutalidad e inutilidad de casi todo habrían hecho de él, en otro tiempo y lugar, un implacable, intolerante y feroz escéptico. En Chile, declara sonriendo, "sólo hay espacio para ser un pesado de mierda".