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Características del producto

Características principales

Título del Libro
El Africano Jeanmarie Gustave Le Clezio (P.D.F)
Idioma
Español
Editorial del libro
(P.D.F)
Año De Publicación
0

Descripción

Descripción: El Africano - Jean-marie Gustave Le ClezioLe Clezio tuvo una relación difícil con su padre. Como ejemplo del desdén con el que trató a su hijo, se puede mencionar como éste ignoró su vocación hasta que no recibió el Premio Renadout en 1963 por su primera novela (El atestado). Su obra El africano es una vuelta atrás a su infancia y al reencuentro con la figura paterna desconocida hasta entonces, contando el viaje que realizó al continente con 8 años, por momentos comprensiva y por momentos lejana. Lo que parece querer indagar el escritor al escribir este breve texto es si fue la guerra o África lo que convirtieron a su padre en un hombre pesimista y sombrío, autoritario, al que tanto él como su hermano temían más que amaban.El padre del escritor ejerció de médico en Nigeria, enviado por los británicos, con escasos medios (se señala, en varias ocasiones, que su instrumental consistía en una aguja de latón) y se fue desgastando poco a poco por lo que vivió en aquel país, hasta llegar a ser para su hijo un desconocido. Le Clézio nos muestra trozos de una infancia pasada en aquella tierra africana (que rememora como un lugar de total libertad) en la que recupera los recuerdos familiares y los de aquel tiempo que vivió allí. “En El africano, en particular, el tema es el descubrimiento de las sensaciones, del lenguaje, del acceso a la conciencia más que los acontecimientos en sí mismos o las particularidades de “mi” conciencia”, explicará el propio escritor.No quiero hablar de exotismos; los niños son absolutamente ajenos a este vicio. No porque vean a través de los seres y de las cosas, sino porque, justamente, sólo ven eso; un árbol, un hueco en la tierra, una colonia de hormigas constructoras, una banda de chicos turbulentos en busca de un juego, un viejo de ojos nublados que tiende una mano descarnada, una calle en un pueblo africano un día de mercado, eran todas las calles de todos los pueblos, todos los chicos, todos los árboles y todas las hormigas. Ese tesoro está siempre vivo en el fondo de mí y no puede ser extirpado. Mucho más que de simples recuerdos, está hecho de certezas” (pág 134)Tras su lectura, me llamó la atención la acumulación de lugares comunes con los que el escritor (que redactó el libro de apenas 135 páginas, con fotografías, en un mes) describía el continente. Al leer la última página pensé que Le Clézio, que proviene de una familia emigrada a Mauricio (por lo que a veces he visto su nombre en el cómputo de los Nobeles recibidos en Literatura por parte africana, y de quien he leído sólo otros dos libros más, ninguno de los cuales me gustó demasiado: Diego y Frida y La cuarentena) y que ha vuelto a escribir sobre África en otras ocasiones: Onitsha (1991) que narra el mismo viaje que esta novela o Viaje a Rodrigues y ya sobre el norte africano, Desierto (1981) escribe bien pero está envolviendo sus vivencias con algo que chirría (esa África tan común).He leído que se trata de un libro bello, incluso que es una pequeña joya, y es cierto que está muy bien escrito. ¿Pero esconde su belleza una trampa?.

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